de ferias

¡Hola ricuras!

Acaba un fin de semana repleto de grandes planes y muchas risas y, arranca una semana que pinta muy muy bien. Llega el horario de verano a la vida laboral, llega la celebración del solsticio de verano, San Juan, decenas de actividades por "la noche en blanco", nuestra quedada mítica en la feria del marisco... y, seguramente, un montón de planes que irán surgiendo a través del paso de los días. Vamos que podría decirse que cerramos una etapa (la del frío invierno y una ardiente primavera) para dar paso a la mejor estación del año; el veranito, las vacaciones y sus miles de planes en los que cargamos la pila y nos llenamos de grandes recuerdos con los que alimentar nuestro cerebro. Vale si, también llegan las picaduras de mosquito tigre, mosca negra, medusas para los más afortunados que pisen la playa, las noches eternas sin dormir por eso de "estamos en ola de calor y las noches serán tropicales". Que así dicho dices "o que guay" pero ya podían venir también con una piña colada y un mar lleno de coral bajo el brazo para hacérnoslas más amenas. Llega también esa situación de subir al bus y toparte con anarquistas de la ducha, desodorante y cambio de ropa con frecuencia. Esos que ya desde buena mañana te dan ganas de ponerte la bandana (tan de moda ahora) a modo de vaquero del lejano oeste... pero no tiremos al lado negativo que, por el hecho de ser lunes el post comenzó muy bien y ya va decayendo el animo. Os dejo con unas fotos de un momento de este finde en el que pase por el recinto ferial de las ferias de un barrio de la city y me sentí como una infiltrada. Como si se hubiera detenido el tiempo y, el bullicio típico de estos oasis juveniles estuviera en standby. 

 Un look fresco y cómodo para soportar la ola de calor con la que la primavera ha querido ir despidiéndose de los Zaragozanos. Imagino que estaría pensando "pobretes, voy a ir adelantándoles lo que va a ser este verano para ellos. 

El top es de Primark y el pantalón de un puesto del mercadillo del domingo, la "isla bonita" tiene prendas hippy chic, de estilo boho e ibicenco a un precio bastante aceptable. 

El capazo de tienda local y las sandalias sniff snifff de nuestro difunto Suite Blanco. ¡Como lo echo de menos en esta época! bikinis, sandalias, toallas, capazos... hacían las delicias de cualquier adicta a la moda. Ya podía volver aunque fuera bajo otra sociedad.

El collar que os deje ya por Stories y que os enamoró es de Harper Store, una web de joyeria con unos precios low cost que me ha hecho adicta. Mi primera conquista ha sido este de un coral en rojo y perla sobre una cadena dorada hiper fina que me encanta para las noches veraniegas de terraceo.

 Y estoy esperando como agua de mayo el correo para lucir la luna tan famosa pero con un toque que la hace diferente. Tengo un maxi vestido en blanco que le va a ir a las mil maravillas para nuestra visita nocturna al museo. ¿No os parece?

¡Happy Monday!

Su