¡Hola ricuras!
Me acaba abril como me empezó: más cabreada que una mona
1. Comencé abril con el fiel propósito de coger el color que todos los años tenía en estas fechas
EERRROOORRRRRR parecía Casper
2. Acabo abril con el pijama polar y la manta del sofá enroscándome cual tapa rebozada
¡Hola, soy cualquier extra de Crepúsculo!
Si, así de superficial es una que basa toda su vida en su tono de piel, ¡que esperabais que os iba a contar!
Y por más que ponga morritos, me cruce de brazos, patalee o haga cánticos de cualquier rito Zulu que me invente, ya tengo asumido que, el tiempo, este puente, no me va a acompañar.
Que piensas, coñe que mala suerte. Para un puente que te autofustigas y planeas quedarte en casa para apañar los exteriores de la casa. ¡ZASCA! no hay valiente que salga a la terraza o abra la ventana para limpiar cristales.
Y tampoco puedes ponerte con los cambios de armario porque ¿LORENZO CUANDO PIENSAS APARECER? que no hace rasquilla, sientes repelús, no. HACE UN FRÍO DE COJONES
Así que estoy aprovechando para hacer lo que mejor me sale:
N A D A
Y no os imagináis el arte que tengo. Especialista que soy. Solo tengo un "pero" al
-NO HACER NADA!
Lo rápido que pasan las horas. Aun no te has levantado y restregado los ojos y ya casi es la hora de comer. Y nooooooooooooooo mal pensad@s, no me levanto a la hora de comer. Que una tiene su reloj biológico sincronizado con el sol y a las 6 de la mañana ya esta dando mal. Así me va claro que a las 22 ya estoy haciendo caso a los Lunnis rumbo a la cama. Pero bueno, que mejor plan para llevar de la mejor manera estos fríos no: revistas, pelis, mi último libro "ni muerta ni casada" y a aprovechar el tiempo antes de volver a la rutina
¡Feliz domingo!
Su