¡Hola ricuras!
Resacosos todos aún con el anuncio del alargamiento del confinamiento, hago parón a mi jornada "ordenaTrabajo" para evadirme. Yo no hago teleTrabajo, no. Lo mio es un no parar de darle a la tecla. Pero no es algo nuevo. Yo llevo "confinada" unos cuantos días, meses, años... más que vosotros. Y siiiiii, al principio, es muy duro adaptarse.
Que cierto es eso de que el genero humano la palabra "NO", la negación, la prohibición... lo lleva(mos) mal. El cambiar los hábitos, las rutinas, los actos que el piloto automático ya tiene hiperasumidos por una Slow Life. Y eso que solo nos piden quedarnos en casa. ¡En nuestra casa!
Yo este confinamiento me lo estoy tomando como un STOP. Un parón al ritmo frenético que, aun trabajando en casa, todos lllevamos. Un STOP a hacer dos y tres cosas a la vez para amortizar el tiempo. Un STOP a no disfrutar. Porque estaremos recluidos pero seguimos vivos.
Y eso, pequeños saltamontes, tenemos que aprender a celebrarlo.
Estas fotos son de mis últimas salidas en la vida anterior. Anterior si, porque el COVID_19 esta marcando en todos un antes y un después. Y sino, que levante la mano quien no se haya visto valorando cosas que antes ni prestaba atención. Que levante la mano quien no tenga una lista (a mano o mental) de qué hará en cuanto salga.
Yo, lo tengo claro. Espero que ese día luzca un sol de mil demonios porque pienso terracear. Pedirme un vermú con unas aceitunas. Quedar físicamente con todos aquellos con los que ahora comparto confinamiento a través de vídeo llamadas. Muchos fuera de mi tierra perooooo como bien decían en la peli "A Dios pongo por testigo que..." ya he aprendido a valorar lo bonito de la vida. Y no, no son los 3475609543 rollos de papel higiénico. Somos nosotros.
Besazos y a por la segunda semana,
Su