Más que ropa: Braille 🪧

Que cada vez estamos más concienciados con la inclusión, algo de sobras conocido. La agenda europa se marca objetivos (a corto y largo plazo) para que, sus países miembros, lleguen a la inclusión plena, pero ¿se puede despuntar por iniciativa propia?

Pues está semana he descubierto que SI. Y es que Roger, de Mai Tai presentó su carta de coctelería, en Braille.

Un formato de carta que surge tras la inquietud que generó tener un grupo en su local ubicado en el Centro Comercial El Caracol de un grupo con capacidad visual reducida. Esto, unido a su situación personal (su madre padece diabetes y, al igual que le ocurre a la mía, la vista pierde facultades progresivamente), arrancó su motor creativo para adaptarse a la situación.

¡Y qué historia! Me considero afortunada por haber podido seguir el proyecto de este equipazo. Por haberlos visto luchar para sobrevivir a la pandemia. Por innovar, always: con sus packing, con sus locuras... no tan locuras ya que muchas se han instaurado en la ciudad. Porque han sido de los hosteleros pioneros que han lanzado el nombre de Zaragoza al exterior: con su 🍔 Jager o la novia de Jackson. Con su vajilla. Sus cocktails... Pero sobre todo con su calidad humana.

Ayer entre prensa, influencers, tiktokers, foodies... nos deleitaron con su savoir faire, con su historia, sus proyectos e inquietudes y, ¡eso mola!

Mola saber que hay empresarios concienciados con la sostenibilidad, con la inclusión, con invertir en que el planeta y nosotros estemos un poquito mejor.

Y mola saber que todo este esfuerzo está respaldado por ellos. Natalia Chueca, consejera del Ayto de Zaragoza y candidata a la alcaldía nos contó los proyectos que se están llevando por la ciudad para hacerla más accesible, planes de la agenda europa 2050, inversiones... Y, yo, que ni sé la de tiempo que llevo contandoos cositas como estas en el blog, creo que jamás había visto un equipo político tan concienciado, tan cercano y tan trabajador por la ciudad en la vida.

Y, después de alucinar... Pues a catar las delicatessen a las que nos tiene acostumbrados Mai Tai