Always, Zaragoza

¡Hola ricuras!

Hay ciudades que tienen alma. Callejear por ellas es magia. Disfrutar de sus vistas, de los paisajes, de sus monumentos... un placer para los sentidos. No se desde que tengo el blog la de tours para findes, para puentes... que he hecho de mi ciudad y ¿sabéis que? que cada vez más, Zaragoza me roba un poquito más de cuore.

Hoy os cuento en el post un día que, al pasar las fotos me ha sacado una sonrisa. Una sonrisa igual de grande que la que luzco en muchas fotos (que raro es!). Un día de esos normales. De curro entre semana, que tiene un momento kit kat especial. Bajó mi madre a almorzar y acabó sacándome unas fotos que me encantan. Y es que si algo bueno tiene currar en verano, es su horario. Las largas jornadas pasan a ser un suspiro. Salir con luz. Terminar la jornada con ganas de pasear. Cada año que pasa me enamora más el verano. 

 Un día de esos sin prisas. De los que al regresar y ver el móvil ves que tienes más de 100 fotos y quieres subirlas todas. Un día de esos que ves El Pilar. Oh! que bonita que es la Basílica. Que curioso, en mi viaje relámpago a Tarragona flipe con los comentarios de mis primos de "nooo, si la playa casi no la pisamos". Yo pensaba, "están locos, tener mar y no ir a diario". Baño de realidad al ver que, este sitio tan maravilloso, no lo pisaba desde que estaba la noria. ¡La noria! y eso sería marzo o así. 

 Que te pones a pensar y alucinas con lo rápido que pasa la vida. Puede que este haya sido el comentario que resume mis vacaciones. "Jo, si hace tiempo de..." o "madre mía, 20 años ya de...",como me pasen otros 20 años así de rápidos como estos últimos, me veo con taca-taca sin enterarme.  

Pero hago balance y me veo feliz. Claro que siendo sagitario no tiene mucho merito eso. Somos felicianos por naturaleza. Pero no, este verano me esta gustando (diréis JAAAA, eso lo decís todas!), bueno ya veis. El mio no ha sido para tirar cohetes. Me he ido de Zaragoza no llega a una semana, pero los días de piscina, de terraceo o estos momentos tras el curro me han llenado. Tener dependientes a tu cargo te enseña a valorar todo y creo que mi filosofía de vida ha evolucionado. 

 Ya no necesito grandes cosas para disfrutar y, cada día más, adoro la paz que da la tranquilidad. Me ha costado eh. Ahora quedarme una tarde de sábado leyendo en la hamaca es un placer (hace 20 años ni loca me veía fuera de un bar de copas). 

Además, cada día sigo más la regla de "quien no aporta, aparta" y es que, más vale sola que mal acompañada. Algo que me ha costado mucho, por no saber decir que no y por no ser brusca, pero que cada vez valoro más. 

 Y es que bonitos míos, la vida es muy sencilla y no merece la pena darse mal por cosas que nos amargan y, si esas cosas, se traducen en personas: Quitadlas de vuestra vida. 

La paz que eso da, no os lo podéis imaginar.

Os dejo los links de mi look low cost:

Vestido negro de Celmia ($11,79) AQUI

Sandalias de cuerdas son de zapatería local, pero os las he encontrado similares ($11,88) AQUI

Capazo de tienda local 

Esmalte de uñas de Opi en El Corte Ingles

Pulseras de Chiringuito playero

Feliz semana amores

Besitos,

Su